Laura Gutiérrez, colegiala de tercer curso, resume así el inicio de curso:

«Septiembre. Uno de los mejores meses para cualquier universitario y este año aunque distinto, no ha dejado de serlo.

Podría resumir estas últimas semanas en tan sólo unas cuantas palabras:

«Reencuentro, familia, alegría y cómo no, incertidumbre»

Llevabamos unos meses sintiendo el calor de esta familia desde las pantallas y aunque era algo también muy bonito, se echaban mucho de menos esas miradas de complicidad, esas charlas eternas, esas tardes interminables con amigos (que nunca sabes como pero acaban alargándose). Podría seguir enumerando un sin fin de cosas.

Este curso se está sintiendo más que nunca ese calor de hogar. Estamos en una situación que ninguna se imaginaba que iba a vivir hace tan sólo unos meses, pero nos ha producido un crecimiento bastante grande, me atrevería a decir que a todas y a cada una de las colegialas. Además, creo que estamos más unidas que nunca.

El colegio ha cambiado, han llegado chicas nuevas y todas nuestras costumbres se han visto modificadas, pero por eso en ningún momento te dejas de sentir en casa.

Entre nosotras nos regalamos miradas de cariño, de agradecimiento, de amistad… Ahora más que nunca, miradas que transmiten, ya que la mascarilla se ha convertido en nuestra fiel compañera por cada rincón del Colegio Mayor; pero, no nos ha quitado las ganas de conocernos entre nosotras y disfrutar cada segundo que hemos compartido.

El gel también se ha convertido en un gran amigo o sino, siempre hay alguna que con una gran sonrisa te dice: «¿chupito de gel?». Entre nosotras, la positividad abunda y cuando ésta recae, siempre hay una buena amiga que te deja en tu puerta un chute de azúcar.

Creo que para mi, este septiembre ha sido el más especial que me ha tocado vivir. No sabría explicarlo con palabras pero me he sentido y me siento feliz».