«El Vedruna: un pedacito de mi»
Rocío Tortosa, colegiala de primer curso, nos cuenta de esta manera tan bonita cómo ha sido su primer curso formando parte de esta Familia Vedruna:
Este año ha sido un tiempo muy importante en mi vida. Han pasado cosas muy buenas, y otras en las que el camino se ha complicado un poco más.
Uno de mis deseos desde hace unos años, era estudiar en Madrid; en la Universidad en la que estoy y la carrera que estoy estudiando. En definitiva, he cumplido uno de mis sueños.
Sin embargo, todo ello sonaba un poco aterrador para una niña de diecisiete años; hija única y que no ha salido de su casa, y encima con las circunstancias de este año. Me daba bastante miedo el hecho de llegar a una ciudad tan grande, conocer a tanta gente, sentirme integrada y echar de menos mi casa. Nunca he sido muy segura de mí misma y afrontarme a todo ello era, por una parte, cumplir uno de mis deseos, y por otra, enfrentarme al mayor reto de mi vida hasta ahora.
Siempre recordaré el día que llegué al Vedruna, había como una especie de ambiente de alegría e incertidumbre entre nosotras por ver todo lo que iba a cambiar nuestra vida desde ese momento, y así fue. El cambio y evolución que he experimentado a lo largo de este año ha sido increíble, tanto a nivel de madurez, personal y de responsabilidad.
Este año no habría sido lo mismo sin haber estado en este Colegio Mayor, pues ha sido uno de los elementos fundamentales que me ha acompañado a lo largo de esta aventura tan importante para mí. He conocido a unas amigas que más bien, se están convirtiendo en las hermanas que nunca he tenido, y he vivido experiencias muy bonitas en la vida colegial que me gustaría seguir sumando el año que viene.
Mi padre siempre me dijo que la experiencia de un Colegio Mayor es una de las más bonitas e inigualables que vas a vivir en tu vida, y así es, quién me iba a decir que el Vedruna se ha convertido en mi casa y en un pedacito de mí.